
Desde mediados de los años 90, los sistemas de motor y transmisión se han basado en una red de sensores que envían información al ordenador del motor, cuya función es ajustar la medición de combustible, los puntos de cambio de transmisión y otros factores.
Sin embargo, a mediados de la década de 2000, estos sistemas evolucionaron para incluir el CAN BUS.
Los vehículos modernos pueden tener 70 o más subsistemas electrónicos, cada uno con su propia unidad de control electrónico (ECU).
Los frenos de transmisión o antibloqueo, las ventanillas eléctricas, espejos, puertas, audio / GPS, control de crucero, dirección asistida eléctrica,… tienen su propia mini red.
A medida que estos subsistemas se hacían más sofisticados, los ingenieros vieron la necesidad de que pudieran comunicarse entre sí, así como con el ordenador central.
Los sensores necesitan información de otros sensores; por ejemplo, un vehículo con control de crucero adaptativo o alertas de cambio de carril necesita información de una variedad de sensores.
Un vehículo que utiliza limpiaparabrisas automáticos y un sensor de lluvia puede informar al sistema ABS para que accione los frenos ligeramente, el tiempo suficiente para limpiar el agua de lluvia.
El control de tracción, el ABS y los sistemas de estabilidad del vehículo deben poder comunicarse entre sí para que el conductor pueda mantener el control durante una parada de emergencia o viraje.
Aquí es donde entra la red de CAN BUS.
¿Cómo nacen los sistemas CAN BUS?
El CAN Bus fue desarrollado a principios de la década de los 80 por ingenieros de Bosch.
En 1986, la Society of Automotive Engineers estandarizó un conjunto de protocolos, y los primeros chips controladores CAN (producidos por Intel y Philips) llegaron al mercado el año siguiente.
El Mercedes W140 de 1991, fue el primer vehículo que contó con la red de cableado múltiple basada en CAN BUS.
Los sistemas CAN BUS también son habituales en automatizaciones del sector industrial, sistemas electrónicos de algunas bicicletas, equipos médicos,…
Esto quiere decir que son un sistema capaz de administrar y monitorear diferentes funciones.

Mantenimiento de los sistemas CAN BUS
Cuando se está haciendo una reparación o inspeccionando un conjunto, es importante que se comprendan las piezas involucradas y sus funciones.
Aún es más importante esta comprensión y conocimiento cuando se está tratando con el sistema CAN BUS.
Es necesario conocer el mapa completo de sensores y microprocesadores y cómo interactúan entre sí.
Si hay un problema con los sensores o procesadores que se están comunicando entre sí, el ordenador del vehículo registrará el error como un código específico y se encenderá la luz “revisar motor”.
También puede afectar a otras cosas como problemas de conducción, que el vehículo no pueda arrancar,…
Aquí es donde se complica el asunto.
Para un código de problema que indica una falla de encendido del cilindro o una mala lectura de un MAP, MAF o un sensor de posición del cigüeñal, un mecánico experto puede usar su poder de deducción para solucionar el problema que causaría esa mala lectura y corregirlo, tal vez usando un voltímetro para ver qué valores vienen de ese sensor o sensores relacionados y ver si tienen en parámetros normales.
Esto es mucho más difícil en sistemas CAN BUS.
Hay docenas de estos módulos y km de cableado que los conectan, y un escáner OBD-II convencional puede proporcionar códigos de problemas básicos, pero no sirve de nada cuando se trata de las complejidades del sistema de CAN BUS.
Por ejemplo, no comunicarse con los módulos del sistema de A / C, control de estabilidad del vehículo, salida de carril o control de crucero adaptable.
Si se determina dónde se origina el problema en un sistema CAN, lo primero que hay que saber es dónde se encuentra ese módulo debajo del capó.
Luego, hay que ser capaz de averiguar qué sucede con él, y una sonda mal colocada en el multímetro puede ser suficiente para borrar la memoria y la programación de una cadena completa de módulos CAN.
Es por esto que los técnicos que tratan con vehículos con este tipo de sistemas deben tener un amplio conocimiento y saber lo que están haciendo para hacer las reparaciones correctamente.
Mediante software, ordenadores portátiles y equipos de diagnósticos especiales específicos para el CAN BUS se pueden diagnosticar los problemas y abordar las reparaciones.
Generalmente, hay que hacer una copia de seguridad de todo el sistema para estar seguros de no perder la programación del sistema.
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