Conocer los síntomas de las fugas de líquido en la dirección asistida es importante para poder recomendar a los clientes la solución más rentable.
Este conocimiento ayuda a ahorrar en facturas a los clientes cosa que ellos te agradecerán.
Como todos los líquidos que se encuentran en los vehículos, el líquido de la dirección asistida debe estar en los niveles adecuados para funcionar correctamente.
De esta forma se evitarán daños a la bomba y otros componentes y se mantendrá el funcionamiento correcto del vehículo.
Síntomas de pérdida de líquido en la dirección asistida
Dirección ruidosa
Si la dirección asistida hace mucho ruido sobre todo cuando se circula a baja velocidad, como es el caso de aparcamientos, hay que verificar el nivel de líquido del depósito de dirección asistida.
Los vehículos más antiguos suelen “chirriar” cuando los niveles del líquido bajan.
El ruido puede variar según maniobras. Puede ser un chirrido o un pitido más fuerte según la maniobra.
Dirección asistida dura
Esta situación no es tan perceptible cuando se circula en carretera pero a baja velocidad se necesita mayor energía para hacer girar el volante.
Las fugas de líquido en la dirección asistida hacen que esta funcione menos eficientemente.
Normalmente se nota en el extremo del volante, haciendo que sea más difícil girarlo que cuando está en buen estado la dirección.
Esta señal nos indica que el líquido se está agotando lo que podría alertarnos de una fuga.
Pérdida de líquido en la dirección asistida
Al ver unas gotas de líquido debajo del vehículo no solemos darle mucha importancia a no ser que sea forme un charco.
Pero es importante averiguar por qué hay líquido debajo del vehículo para que no se convierta en un problema mayor.
Limpiar las líneas y el depósito de la dirección asistida y observar detenidamente es un buen procedimiento para ver si la fuga viene del circuito de la dirección asistida o no.
Una vez se ha determinado que un vehículo tiene una fuga de líquido en la dirección asistida es importante que sus clientes tomen medidas.
Una pequeña fuga puede llegar a ser lo suficientemente grande como para causar que la bomba funcione en seco y provocar daños más costosos.
Cuando se detecta pronto, la fuga se puede detener de una forma fácil y económica.
Hay que recordar a los clientes que las fugas pueden evolucionar lentamente sin que ellos lo noten y convertirse en un problema.
Por eso es recomendable explicarles cuales los síntomas para que realicen un mantenimiento de los vehículos y evitar averías más costosas.